... le dijo la tonta al tonto. Esa frase con tanta "coñica", como dicen en la tierra de mi madre, es la que me viene a la cabeza cuándo leo los titulares de algunos periódicos: "La lluvia se ha llevado la boina", rezan... pero, cómo tienen tanto morro? y, nada, aquí los ciudadanillos que se muevan en transporte público que es muy bueno y muy cómodo...
Esta tarde, a eso de las 18:25, íbamos en el metro ligero de Aravaca, dirección Colonia Jardín, bien achuchaditos, por decirlo de una forma mas o menos elegante. En esos trenes, que tienen algo mas de un año, no hay casi asideros en los espacios sin asientos, cuándo no van tan a tope, la gente no tiene dónde sujetarse, si no están justo al lado de los asientos, se nos ve cómo a tentetiesos, con un tembleque hasta llegar a la puerta. Pero hoy no hacían falta asideros nos apoyábamos, púdicamente (tengo que decirlo), unos en otros.
Al principio he pensado en nuestros regidores y no muy bien, lo confieso. Pero luego me he dado cuenta de que ha sido porque hoy era el día de los enamorados y, tan preocupados y ocupados que están últimamente por nuestro bienestar, han decidido que teníamos que "querernos" un poco mas, que es que mira que somos poco solidarios!! Así, todos nos sentimos mas arropados, unidos, claro! qué mal pensada soy a veces.
Pero, como por ese lado no puedo protestar hoy, sí me siento con derecho a protestar por lo injusta que es la Justicia. Y no sólo en nuestro país en todo el mundo. El caso que hoy me ha levantado ha sido aquí, en Madrid, y ha sido la condena a un violador. Un tipejo, porque no tiene otro nombre, que ha estado abusando de la hija de su esposa, desde los seis años hasta los once y deja de hacerlo porque la deja embarazada. Siete años... sí, sí, siete años. Y se quedan tan anchos. Os juro que he tenido que releerla para cerciorarme porque me ha parecido increíble.
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